Los radicales montan su show en el hotel

Unas decenas de forofos, arropados por el alcohol, comenzaron su "show"





Los radicales de Osasuna no podían permitir que el Real Madrid disfrutara demasiado tiempo del grandioso recibimiento que sintió a su llegada al aeropuerto de Pamplona, donde fue jaleado y coreado al grito de ¡hala Madrid! por cientos de seguidores. En el hotel hubo "empate a uno" entre los defensores y los opositores, que lanzaron una bengala que ardió en el jardín.
Fue por la noche, sin navarros que apoyaran al equipo madrileño, cuando los ultras rojillos impusieron su ley de la selva, siempre a escondidas.
Unas decenas de forofos, arropados por el alcohol, comenzaron su "show" a las dos de la mañana. Sus cánticos no tuvieron nada original: "¡Ese portugués, qué hijo puta es!". Entonaron después insultos concretos contra Mourinho, contra Cristiano Ronaldo y especialmente contra Xabi Alonso, a quien increparon en euskera.
A medida que las discotecas nocturnas echaban el cierre en Pamplona, otros ultras se acercaron al hotel a las tres y las cuatro de la madrugada para repetir los gritos. Intentaron no dejar dormir a los futbolistas, pero quienes más se molestaron fue el resto de clientes. Muchos se despertaron, sobresaltados por el ruido.
Por mucho que desearan incordiar a los profesionales del Real Madrid, los gamberros no pudieron evitar las muestras de afecto que centenares de simpatizantes blancos demostraron el el hotel a lo largo del día. Los jugadores atendieron a las personas que entraron en el NH Iruña Park y quisieron hacerse fotos o recibir autógrafos. Muchos navarros manifestaron que hoy tenían el corazón dividido, porque también son merengues.
El magnífico Ignacio Zoco sembró aquí semilla desde los años sesenta. Los aficionados era claros: "Quiero que gane el Madrid para que no pierda el tren de la Liga, pero si tiene que perder algún partido, que sea aquí, que a Osasuna le hace mucha falta".