No era esta la primera vez que Adán se enfrentaba en su carrera deportiva al exigente público del estadio Santiago Bernabéu. Su debut en partido oficial con el primer equipo se produjo precisamente en este mismo estadio, y el rival fue el Auxerre. El cancerbero jugó toda la segunda parte debido a la lesión de Dudek, y pese a ser su estreno con el primer equipo no se le vieron los nervios típicos de estas grandes ocasiones. Incluso se llevó los aplausos del respetable al realizar una gran parada en un mano a mano.
Las mismas buenas sensaciones transmitió Adán el pasado fin de semana ante el Espanyol. Pese a salir al terreno de juego prácticamente sin calentar, al portero no se le vio en ningún momento nervioso, y se le vio muy seguro en todas sus acciones. Lo mismo se puede decir de su partido de este sábado ante el Levante. Adán se está ganando con creces ser el segundo portero de la plantilla. Todo un merecido premio para un chaval que ha mamado madridismo desde bien pequeñito.
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