Victoria sin bajar del autobús

Los de Mourinho vencen sin esforzarse a un flojísimo Levante (2-0). Benzema y Carvalho, los autores de los goles. Adán, en su estreno liguero, no tuvo que realizar ninguna parada.





El Levante llegó al Bernabéu con la intención de olvidar su última y escaldada salida del estadio blanco. Esta vez no fueron ocho aunque el cuadro granota tampoco hizo mucho por evitar no perder. Es más, pareció que su única intención era no repetir un resultado estrepitoso para ellos.

El Madrid tampoco salió a comerse el mundo. No le hizo falta. Muy pronto, a los seis minutos, Benzema le demostraba a Mourinho que con el fichaje de Adebayor se ha puesto las pilas. No se sabe si para disputarle al africano la titularidad en Lyon pero la primera que tuvo la metió. Y para eso se le paga. Di María salió en eslalon a pie cambiado y su asistencia permitió a Karim hacer del Levante su víctima preferida. Con el 1-0 murió el equipo visitante.

Los de Mourinho tenían la palanca de cambios en punto muerto. Con lo justo y necesario, las ocasiones se fueron sucediendo sobre la meta de Munúa. Cristiano lo intentó en varias ocasiones aunque se encontró con las piernas de varios jugadores del Levante, las mismas que buscaron las suyas durante buena parte del choque. Benzema también tuvo su momento de gloria hasta que Munúa puso el muro delante de la red y tapó las opciones del galo.

Ficha Técnica:


Real Madrid 2: Adán, Ramos, Carvalho, Albiol, Marcelo; Lass, Khedira; Di María (Adebayor 75’), Kaká (Özil  75’), Cristiano Ronaldo y Benzema (Gago 85’).

Levante 0: Munúa; Cerra, Ballesteros, Nano; Del Horno, Juanfran; Xavi Torres (Lois 79’), Iborra, Xisco (Montero 60’), Valdo; Caicedo (Stuani 72’).

Goles: 1-0 Benzema (6’), 2-0 Carvalho (40’)

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Ramos, Caicedo, Lass, Ballesteros

Estadio: Santiago Bernabéu. Noche lluviosa. 70.000 espectadores.

Con un Cristiano enrabietado tras ver cómo no le pitaban un claro penalti por empujón dentro del área visitante, era cuestión de tiempo que el segundo gol hiciera acto de presencia. Y lo hizo antes del descanso. Quizá de la forma menos esperada. Un golpeo duro de Cristiano encontró una roca en forma de pierna de Carvalho que empujó el balón a la red. Si el partido estaba finiquitado, este gol antes del descanso lo terminó por meter en el junto al adjetivo de los despachados.

La presencia en el horizonte del partido del Lyon favoreció que el Madrid jugara prácticamente andando. El Levante, paradójicamente, sólo se centraba en que no subiera el tercer gol al casillero del Madrid. Parecía no aspirar a más el equipo de Luís García Plaza. Incluso con el 2-0, los jugadores visitantes parecían más interesados en perder tiempo que en apremiar sus acciones ofensivas que, por cierto, eran mínimas.

Cristiano y Benzema pusieron a prueba las manos de Munúa con un cabezazo y un zurdazo, respectivamente. El Madrid dominaba pero no avasallaba. No le hacía falta. Seguro que, inconscientemente, Gerland, Lloris, Puel, Gomis y compañía se aparecían en el horizonte de los de Mourinho, por más que Cristiano se empeñaba en demostrar que el partido a él era al único al que no le relajaba. Quería marcar a toda costa pero Munúa le negaba una y otra vez la celebración con el pulgar en la boca. Tampoco le hizo falta al Madrid que su estrella mojara. Seguro que en Gerland algún gol suyo tendrá un sabor mucho más especial. Aroma a Décima, tal vez.