Un año después, la vida sigue igual

Olympique de Lyon y Madrid llegan al partido casi igual que el año pasado.





 

El estadio de Gerland es, junto a San Siro, el gran escenario maldito del Madrid en competiciones europeas. Los blancos no han conseguido sumar allí ni siquiera un mísero empate. Tampoco han conseguido marcar, ya que siempre que ha jugado allí se ha ido para casa con el casillero de goles a favor a cero. Y tampoco consiguió imponer su fútbol en ninguno de los partidos, ya que en todos ellos se vio superado con claridad por la escuadra francesa.

Especialmente dolorosa fue la derrota de la temporada pasada. Los de Pellegrini se plantaron en Francia en plena racha de buenos resultados, y nadie pensaba  que pudiera tener problemas para eliminar a los franceses. Pero un mal planteamiento (nadie comprendió ese día la presencia de Mahamadou Diarrá en el once), y los nervios típicos de los partidos de esta índole posibilitó la victoria de los galos por 1-0. Pero lo peor de todo no fue el resultado, sino la imagen que dieron los jugadores (sólo dos ocasiones claras en todo el partido).

El sorteo de octavos del pasado mes de diciembre quiso que estos dos equipos volvieran a cruzarse en esta eliminatoria un año después. Y si comparamos la situación de ambos equipos este año en comparación con el anterior, se ve que la vida no ha cambiado en el seno de los dos equipos en los últimos doce meses. Y es que ambos equipos ocupan en la actualidad la misma clasificación en sus respectivos campeonatos de Liga que hace un año, y el Lyon está atravesando una trayectoria ascendente similar que la de por aquél entonces. ¿Supondrá esto una nueva hecatombe en Lyon? Seguro que Mourinho tendrá un remedio para ello…