Corría el año 2005 y el Real Madrid se medía en la ida en el Santiago Bernabéu al equipo italiano. Tras un partido duro e igualado, los blancos lograron sacar un 1-0 que en la vuelta fue insuficiente ante el empuje de la Juve. Así, Trezeguet en el tiempo reglamentario y Zalayeta, en la prórroga, sentenciaron el choque y dejaron fuera a los merengues por vez primera en los seis años siguientes.
En aquella ocasión, el Real Madrid sacó un buen resultado en la ida de los octavos de final, algo poco habitual en las siguientes temporadas. Y es que el club de Concha Espina cayó en el primer choque ante el Arsenal (2005-2006, 0-1); sólo pudo ganar en casa al Bayern por una corta diferencia (2006-2007, 3-2); cayó en Roma (2007-2008, 2-1); fue goleado en Anfield contra el Liverpool (2008-2009, 4-0) y superado por la mínima en Lyon (2009-2010, 1-0). O lo que viene a ser lo mismo, nunca antes en los seis últimos años el Madrid había cosechado un partido tan bueno en la ida fuera de su estadio.
Los anteriores buenos resultados, ante Juventus y Bayern, fueron producto de los choques disputados en el Santiago Bernabéu y sólo fueron por un marcador con un sólo gol de diferencia. En consecuencia, el equipo acabó cayendo a continuación al ser incapaz de defender esos goles en campo ajeno, algo que esta vez hará de manera novedosa en su propio feudo. Así, el próximo 16 de marzo el equipo lo tendrá más fácil que nunca para acabar con la maldición de los octavos: esta vez no toca remontada, sino defender la renta con el apoyo de 80.000 madridistas.
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