El Real Madrid visitará este fin de semana Riazor por primera vez después de romper el maleficio que le persiguió durante 18 años. La temporada pasada, los blancos consiguieron los tres puntos en Coruña, imponiéndose al Deportivo por 1-3, después de una innumerable cosecha de fracasos en tierras gallegas.
Eran otros tiempos. El Real Madrid de Pellegrini visitaba Riazor casi como una víctima, sin Cristiano Ronaldo y sin Higuaín; con un Kaká en horas bajas, un Benzema que no hacía un gol a nadie, y con Guti como único referente creativo.
Sin embargo, todas las maldiciones se vinieron abajo con un Madrid muy bien plantado sobre el terreno de juego, y con un Guti colosal, que se sacó de la chistera su último gran detalle técnico como futbolista blanco. En el minuto 40 de la primera mitad, con 0-1 en el marcador, los blancos montaron una contra que terminó con un pase de Kaká sobre Guti, que se plantó solo ante Aranzubia. En el momento en que tocaba fusilar, al genio de Torrejón se le iluminó la cara, con una idea cruzando su cabeza.
El 14 sorprendió a todo el mundo con un taconazo histórico, el pase de la muerte más letal que jamás se haya podido ver en un terreno de juego. El balón rodó a los pies de Benzema, que sólo hubo de empujarlo para culminar la obra de arte.
Precisamente este sábado, el mediocentro inicia su andadura como comentarista de Carrusel Deportivo en los encuentros del Real Madrid. De alguna forma, el madridismo dejará de echar de menos a la eterna promesa blanca.
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