Un robot llamado Cristiano Ronaldo

Nada puede frenarle





Y es que el portugués, a pesar de no estar todavía al cien por cien, quiso arriesgar para estar al lado de los suyos en un partido de la importancia que atesora un derbi madrileño. CR7 ya llegó justo al partido del miércoles ante el Lyon, forzó y jugó 70 minutos. Una situación, la de volver a forzar, que se repitió apenas tres días después.

Cristiano no quiere parar nunca de jugar. Sabe que el Madrid le necesita y Mourinho, a pesar de que en comparecencias públicas quiera mitigar alguna de sus posibles ausencias, sabe que no tiene otro jugador como el portugués en su plantilla. Cristiano forzó y su equipo lo agradeció. El resultado lo dice todo.