Un culé, de visita al Bernabéu

Preciado llega al Bernabéu cuatro meses después de su roce con Mourinho.





Porque los favores que le ha hecho Manolo Preciado a su homónimo del Barcelona son de traca. Las dos últimas temporadas el Sporting de Gijón se permitió el lujo de acudir al Camp Nou dejando en el banquillo a sus teóricos titulares. ¿El resultado?: sendas derrotas por 3-0 y 1-0, y la sensación generalizada de que el equipo asturiano podría haber hecho mucho más si en el equipo titular hubieran estado sus mejores hombres.

José Mourinho, que ante las irregularidades de este calibre es una de las pocas personas de nuestro fútbol que no se calla, denunció en rueda de prensa y en El Larguero de la Cadena SER lo que para todo el madridismo fue un clamor: que el Sporting de Gijón no salió a ganar esos partidos. Y Preciado, en vez de entonar el ‘mea culpa’ y reconocer que, efectivamente, se había equivocado, llamó a José Mourinho ‘canalla’, y propuso que para cuando fuera al Molinón viera el partido desde la parte de la grada en la que se sientan los ultras del equipo asturiano.

Han pasado ya cuatro meses desde ese lamentable incidente, y aunque Manuel Preciado insista en que ese capítulo “es parte de la prehistoria”, lo cierto es que de su boca no ha salido un mínimo atisbo de arrepentimiento. No se ha arrepentido por dar todas las facilidades del mundo al Barcelona en esos dos partidos, y tampoco ha pedido perdón por esas declaraciones llenas de maldad y rencor. Y este sábado, si Dios quiere, vendrá al Santiago Bernabéu. Un estadio respetuoso donde las haya, pero que castiga severamente a los que se pasan de la raya. Y Manuel Preciado se pasó en aquella ocasión tres pueblos…