Dos clubes ingleses forman parte de la maldición de octavos que persiguió al club merengue durante siete temporadas. El último antecedente ante un equipo inglés lo encontramos en los octavos de final de la Liga de Campeones de hace dos temporadas. El Liverpool conseguía un global de 5-0 en la eliminatoria y ponía de manifiesto las dificultades de un Madrid sin orden ni jerarquía institucional. Tres temporadas antes, en 2006, el Arsenal de Thierry Henry se había impuesto 0-1 en el Santiago Bernabéu y había conseguido mantener el resultado en el antiguo Highbury.
Sin embargo, los enfrentamientos ante clubes británicos no se cuentan sólo por derrotas. En 2003, los blancos habían eliminado al Manchester en cuartos de final, con un extraordinario hat-trick de Ronaldo en Old Trafford. Y tres años antes, el mismo escenario sería testigo de una de las noches más gloriosas del Real Madrid en Europa: los blancos se imponían a los diablos rojos por 2-3, y quedaría por siempre en la memoria colectiva el taconazo y la enorme jugada de Fernando Redondo en el 0-3.
Por otro lado, los clubes británicos nunca se le han dado bien al Madrid en las finales. Los merengues han disputado tres finales ante conjuntos ingleses, y en las tres cayeron derrotados: la primera ante el Chelsea en la Recopa de 1971; posteriormente, en la final de la Copa de Europa de 1981, ante el Liverpool; y en 1998 en la Supercopa de Europa, nuevamente ante el Chelsea.
En cualquier caso, al Tottenham tampoco se le da nada bien enfrentarse a clubes españoles. El Getafe de Granero ya les superó en 2007, al igual que el Sevilla doble campeón de la UEFA. Y en 1982, el Barcelona se impuso a los británicos en semifinales de la Recopa. La única victoria del cuadro londinense ante un equipo español se remonta a 1963, cuando se impusieron por 5-1 al Atlético de Madrid en la final de la Recopa.
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