Cuando el Athletic de Bilbao visitó el Santiago Bernabéu en la primera vuelta los blancos caminaban con paso firme al frente de la clasificación liguera. El conjunto de Joaquín Caparrós no tuvo la oportunidad de puntuar ante un Madrid arrollador liderado por CR7.
José Mourinho vio desde la grada cómo los suyos pasaban por encima de los rojiblancos desde el inicio del partido. Higuaín tardó sólo 18 minutos en adelantar a los blancos, tras definir con tranquilidad ante Gorka un gran pase de Di María. La conexión argentina volvía a funcionar en el Bernabéu y el Pipa marcaba su último gol antes de su lesión.
Diez minutos más tarde, Higuaín montaba un contragolpe velocísimo por la derecha. Pase largo para Özil, que dejaba el balón de cara para CR7. El golpeo del portugués por la izquierda fue imparable para Iraizoz. El partido parecía sentenciado, pero el Athletic acortaba distancias antes del descanso por medio de Llorente.
Sin embargo, fue un mero espejismo. En la segunda mitad, el Madrid hizo valer su poderío con tres goles a balón parado. Primero Sergio Ramos en el 56, desde los once metros, aprovechando el penalti cometido por Susaeta sobre Di María. Cinco minutos más tarde, Ronaldo de golpe franco. Y ya en el descuento, de nuevo el portugués tras el penalti de Amorebieta sobre Granero.
Un 5-1 que le valía al Real Madrid para mantenerse al frente de la tabla y afrontar el encuentro ante el Barcelona como líder de la Liga.
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