A la tercera debe ser la vencida

Los blancos se enfrentan a su tercera final desde que ganaran la Copa de 1993


Los blancos celebran un gol ante el Sevilla




En el año 2002, el año del Centenario merengue, el Real Madrid llegó como favorito a la final del Santiago Bernabéu. La final se organizó en feudo merengue con motivo del cumpleaños madridista, pero el Deportivo de la Coruña aguó la fiesta imponiéndose por 2-1 en la final.

Sergio y Diego Tristán adelantarían en la primera mitad a los gallegos, que consiguieron mantener su ventaja a pesar del empuje del conjunto dirigido por Del Bosque. Raúl logró acortar distancias con media hora por delante, pero los blancos no serían capaces de igualar el encuentro.

Dos años más tarde, el Madrid más galáctico volvía a tropezar en la final ante el Real Zaragoza. El cuadro maño se impondría por 3-2 en la prórroga, gracias a un gol de Galletti a falta de diez minutos para el final.

David Beckham adelantaba al Madrid a los 23 minutos de juego con un libre directo sensacional, neutralizado sólo cinco minutos más tarde por Dani. Justo antes del descanso, Guti cometía un penalti sobre David Villa, por entonces en el Zaragoza, que el propio asturiano se encargaba de transformar. Al inicio de la segunda mitad, el Madrid empataba de nuevo a balón parado con un lanzamiento directo de Roberto Carlos.


Sin embargo, el gol de Galletti significaría un antes y un después en la historia del Real Madrid, que desde esa derrota encadenó tres temporadas consecutivas sin lograr un título, adentrándose en una crisis deportiva y posteriormente institucional sin precedentes.

Actualmente, con las aguas nuevamente en su cauce tras el regreso de Florentino Pérez a la presidencia, solamente queda recuperar la senda de los éxitos deportivos para hablar del Real Madrid de toda la vida. La final de Copa ante el Barcelona puede ser el comienzo de una nueva era, el fin de la hegemonía culé y el primer título copero en 18 años. A la tercera debe ir la vencida.