¿Y si hay tragedia en el Camp Nou?

Lo de menos es quien va a jugar la final de Londres, sino que no haya incidentes de ningún tipo el martes en el Camp Nou.





En medio del fuego cruzado de denuncias a la UEFA, videos sobre el teatro (o no) de Alves en la entrada de Pepe, de si Busquets llamó (o no) ‘mono’ a Marcelo…En definitiva, en medio de este jaleo que se ha montado tras un simple partido de fútbol, más propio de una república bananera que de un país civilizado como el nuestro, alguien debería poner un poco de cordura en esto. No avanzaremos nada si de aquí al martes, cuando se disputa el partido de vuelta en el Camp Nou, los dos clubes siguen con un bombardeo de acusaciones que no ha tenido precedentes en la historia del fútbol español. Que los dos equipos más importantes de nuestro país estén dando este lamentable espectáculo habla muy mal no solo de las personas que han iniciado esta peculiar guerra (ya sean dirigentes de ambos clubes, entrenadores, jugadores, periodistas, etc) sino también del calamitoso estado de crispación en el que se encuentra la sociedad española en estos momentos. Por eso, es necesario que alguien ponga algo de cordura tras la locura de los últimos tres días.

 

Porque no por gritar más se va a tener más razón. No por demostrar que el otro se ha equivocado se demuestra que se es más inteligente que el de enfrente. Es un partido de fútbol, señores. Y, por culpa de algunos, lo estamos convirtiendo casi en cuestión de estado. Pero lo más preocupante no son las denuncias que ha habido, ni los titulares llamativos, ni la repercusión que esto habrá tenido fuera de nuestras fronteras. Eso ya es agua pasada, y ya no tiene arreglo. Lo más preocupante es lo que está por venir, y es el nuevo partido en Barcelona el martes 3 de mayo.

Aquí lo de menos es quien va a jugar la final de Londres. Y es que hemos pasado a un nivel superior, y es el de la integridad física de las 96.000 personas que van a acudir a ver el encuentro, y también la de los 22 protagonistas que van a jugar el mismo, además del estamento arbitral y los respectivos cuerpos técnicos. Porque, en este estado casi de psicosis que hay en torno a esta eliminatoria de Champions, de esos 96.000 que vayan a ese partido, siempre habrá algún ‘cazurro’ (o más de uno) que malinterpretará todo lo que ha sucedido en los días precedentes y la tomará con alguno de los presentes en el Camp Nou e inmediaciones, ya sea afición, jugadores o dirigentes de cualquiera de los dos equipos. No hay que irse muy lejos para recordar la lluvia de objetos que hubo en el Barça – Madrid del Camp Nou de la temporada 2002-03. Si ocurre una desgracia (que Dios no lo quiera), ¿a quién denunciamos?, ¿a quién echamos la culpa?: ¿a Mourinho? ¿A Dani Alves? ¿A la Central Lechera? ¿A Guardiola? Culpables serían todos, y el perjudicado sería uno solo: el fútbol. Que alguien haga examen de conciencia…