El choque ya expiraba cuando el delantero madridista, que había entrado en el campo escasos minutos antes tras ser suplente durante el partido, controló de tacón la pelota a la altura del centro del campo y enfiló la portería rival. Con una poderosa zancada y un exquisito manejo del balón, la perla madridista encaró al portero rival y le superó con calidad certificando el 1-3 final y demostrando que este futbolista está llamado a darle muchas alegrías al madridismo. Sin duda se trató de muestra de potencia, calidad y definición en un gol que lo podría haber firmado el mismísimo Ronaldo Nazário.
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