El arte germano-brasileño

Özil y Kaká jugaron juntos.





Sin embargo, ya sea por lesiones o por exigencias del guión, la presencia conjunta del alemán y el brasileño a la vez sobre el rectángulo de juego ha sido prácticamente nula a lo largo de la temporada.

Una situación que no se produjo en el Pizjuán. Y es que Mourinho decidió apostar por ambos futbolistas para tratar de crear fútbol en el medio y dotar de mayor capacidad ofensiva al conjunto blanco. El entendimiento entre ambos jugadores fue máximo y su asociación fue grata para los intereses blancos en el partido.