Han pasado ya seis años desde que Real Madrid y Sevilla acordaran el traspaso de Sergio Ramos al equipo madridista por alrededor de 30 millones de euros. Desde entonces, muchas veces ha jugado Sergio Ramos en el que fuera su estadio y la ciudad de su niñez, y de allí no se ha llevado especialmente buenos recuerdos debido a las sonoras pitadas que a la afición sevillista en innumerables ocasiones en las últimas temporadas.
Sin embargo, la afición del Sevilla, sabia como pocas, también sabe perdonar. Y buena prueba de ello es que cuando Sergio Ramos ha marcado el primer gol de la noche en el Sánchez Pizjuán, en el estadio sevillista no se escuchó ningún solo silbido. Tal ver fuera por el ambiente festivo de la Feria de Abril, o el pésimo partido que estaba realizando el Sevilla…Pero lo cierto es que el sevillismo y Sergio Ramos han firmado la paz. Y que dure…
DEJA TU COMENTARIO