57 millones de euros. Ese es el precio de base que ha puesto el Real Madrid como condición indispensable para lograr el traspaso del mediapunta brasileño. Y es que la entidad presidida por Florentino Pérez, pese a que es consciente que el jugador no ha ofrecido un rendimiento acorde a las expectativas que generó su fichaje hace dos años, quiere recuperar buena parte de los 67 millones de euros que en su día pagó al Milan para convertirse en el primer ‘Galáctico’ de la nueva era de Florentino Pérez.
Así pues, todos los clubes interesados en hacerse con los servicios de este jugador (Milan, Manchester City, Chelsea e Inter de Milán) ya saben que para lograr su fichaje van a tener que rascarse el bolsillo para hacerse con sus servicios. Y aunque el contexto económico actual no está para hacer grandes dispendios: ¿quién puede negar que el Abramovich de turno no pueda pagar esa cantidad?
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