Galliani tiene muy claro que hay “razones fiscales” que impiden la vuelta de Kaká, ya que el sueldo neto, después de impuestos, que cobra el centrocampista blanco en España es imposible de igualar por el Milán, ya que el régimen fiscal en Italia es distinto al que hay en España.
Debido a ello, las opciones de volver a ver a Kaká en San Siro parecían diluirse como un azucarillo, a no ser que sea el propio jugador el que acepte una considerable rebaja de su sueldo neto para volver a la que fue su casa. Galliani ya ha hablado claro. Ahora la pelota está en el tejado del propio Kaká y, lógicamente, de Mourinho y el Real Madrid.
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