Nadie puede cuestionar su innegable calidad. Tampoco se puede discrepar que en los últimos partidos de Liga el rendimiento del brasileño ha sido más que notable. Aún así, tanto en el club como en la afición hay muchas dudas respecto a lo que este jugador puede dar al equipo en las próximas temporadas: ¿recuperará el nivel que le hizo ser considerado en su día el mejor jugador del mundo? En caso de no conseguirlo, ¿aceptaría Kaká vivir a la sombra de un jugador claramente al alza como es Özil?
Hay que tener clara una cosa: Kaká ha perdido muchas posiciones en el escalafón de la plantilla después de su rendimiento irregular en las dos temporadas en las que ha militado en el equipo merengue. A partir de esta premisa, dependerá única y exclusivamente del jugador el recuperar el papel de líder con el que supuestamente vino al equipo de la mano de Florentino Pérez. Algo que se antoja realmente complicado ya que la experiencia dice que jugadores que, tras alcanzar la cima en el fútbol y después tener dos o tres años de bache, difícilmente vuelven a alcanzar el nivel que les llevó a la fama mundial.
No se quiere decir con ello que no pueda pasar (cosas más raras se han visto en el mundo del fútbol). Pero de no ocurrir: ¿cómo le sentaría a Kaká el ser suplente toda una temporada? Y, lo más importante, ¿se puede permitir una plantilla como la del Real Madrid tener en el banquillo a un jugador que cobra nueve millones de euros anuales? Ese es el dilema que Florentino Pérez, Mourinho, Valdano y José Ángel Sánchez deben resolver en las próximas semanas. Y mientras tanto, Chelsea, Milan e Inter están a la espera…
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