Cristiano ya es el más grande

El portugués, con dos goles, llega a los 40 tantos en Liga. Adebayor (3), Benzema (2) y Joselu acompañaron al luso en la fiesta del gol que terminó con un rotundo 8-1 para los de Mourinho ante el Almería.





El gol fue un atestado de cloroformo en el partido. El Madrid se paró más de lo deseado, con Sergio Ramos excesivamente dormido, y el Almería cogió aire. No para salir a hombros, pero sí para no salir goleado. Olabe vivía el partido como si se estuviera jugando la vida, fuera del banquillo con la vena en la garganta. Quería mantener la tensión de los suyos. La ya de por sí amarga despedida pintaba mejor de lo previsto, al menos, en lo que a resultado para los visitantes se refiere.

Ficha Técnica:

Real Madrid: Dudek (Dudek 76’), Ramos, Albiol, Pepe, Arbeloa, Alonso, Özil, Kaka (Granero 60’), Ronaldo, Adebayor, Benzema (Joselu 84’).

Almería: Esteban, Ortíz, Marcelo Silva, Pellerano (Ortiz 82’), Bernardello; Luna, García, Crusat (Vargas 60’) , Piatti, Corona y Uche (Goitom 23’).


Goles: 1-0 Cristiano Ronaldo (5’), 2-0 Adebayor (30’), 2-1 Uche (31’), 3-1 Benzema (47’), 4-1 Adebayor (52’), 5-1  Benzema (63’), 6-1 Adebayor (72’), 7-1 Cristiano Ronaldo (76’), 8-1 Joselu (87’)

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Xabi Alonso, J.M Ortíz

Estadio: Santiago Bernabéu. 58.000 espectadores en las gradas.

Sin embargo, si algo tiene este Madrid es pegada. Hoy más que nunca, ya que se juntaron sobre el campo Özil, Kaká, Cristiano, Benzema y Adebayor. Fue este último el que forjó el trámite de meter una pelota en la red tras una asistencia sutil de ese asistente germano llamado Özil. El alemán usó el exterior de su pie izquierdo para ponerle a ‘Manolito’ en bandeja de plata el gol. Éste no falló. Encuentro con la red y pieza de museo para llevarse a la boca. La medio pachanga olía a sentencia y eso que Uche apretó el marcador poco después tras aprovechar la relajación de Ramos en la marca y la no anticipación de Pepe. Dudek no pudo despedirse del Bernabéu con el deseo que tenía, no encajar un gol.

Benzema y Adebayor, los mejores socios de CR7

A pesar de lo relajado del ambiente, tanto jugadores como aficionados deseaban ver más goles. El once que estaba sobre el campo así lo expresaba. Fue nada más salir del vestuario y el Madrid ya estaba con el tercero en el zurrón. Una clara falta a Cristiano, interpretada como ventaja por el árbitro, dio con el cuero en los pies de Benzema. Éste hizo de malabarista, equilibrista y trapecista. Tres profesiones en una para hacerse con un balón loco y estamparlo contra la red de Esteban. El resultado ya era más acorde con lo esperado.

Los blancos ya eran oficialmente el equipo más goleador de la Liga, sin embargo, la posibilidad de llegar a los 100 tantos estaba ahí. A tiro de tres dianas. Los jugadores lo sabían y afilaron el colmillo. No fue Cristiano el que logró el 98 de la temporada porque C. García se empeñó en jugarse el bigote y hasta si me apuran, la pierna, para sacar un gol en la misma línea del portugués. Con lo que no contaba era con que su despeje le fuera a caer a favor del zapatazo de Adebayor. El cuarto para la saca y los 100 goles a tiro de piedra. Pocos pensaban en ese momento que los dos tantos de rigor para completar la centena no se producirían, máxime cuando Benzema hacía bueno uno de sus múltiples desmarques para lograr la manita apenas minutos después. En un abrir y cerrar de ojos el Madrid había logrado tres goles. La conjura en el descanso surtió efecto. El equipo buscaba los 100 y se notaba.

El lograr el sexto tanto se había convertido ya en una cuestión personal, de orgullo y superación para los de Mourinho. Fue Adebayor el que lo empujó a la red, con aire reivindicativo, de querer quedarse el próximo curso. El primero de los retos estaba más que cumplido, el de los 100. Sin embargo, la rapidez con la que el togolés se fue a recoger el balón tenía otro fin: buscar los 40 goles ligueros de Cristiano Ronaldo, el otro gran aliciente de la tarde después de haber conseguido superar a Hugo Sánchez y Zarra.

Joselu, el invitado de excepción

A Cristiano se le notaba con ganas. En los días previos decía no estar presionado por llegar a esa cifra redonda pero tenía entre ceja y ceja conseguirlo. Y lo hizo. Agarró un balón en la frontal del área y lo golpeó con violencia, al estilo Ronaldo. Sólo por su celebración ya se veía que se había quitado un peso de encima. El de un récord que quedará para la historia. Así se lo reconoció el Bernabéu que, por primera vez en mucho tiempo, cantó al unísono aquello del ‘Ronaldo, Ronaldo, Ronaldo’.

Con todos los objetivos cumplidos, al Madrid sólo le faltaba hacer debutar más chavales de la cantera (Jesús y Joselu entraron) y que, encima, este último viera portería. Deseo concedido para la gente. Un gran balón de Cristiano lo convirtió el ex del Celta en el octavo de la tarde. Mejor final imposible. No fue un título colectivo pero la afición se marchó como si hubiera pasado previamente por Cibeles. Un orgasmo futbolístico de despedida.