Según revela El Confidencial, la consecución de la Copa del Rey ha sido el motivo principal de la continuidad de Mourinho. Los métodos del portugués fuera de los terrenos de juego nunca han sido del todo aprobados por la directiva merengue, y todo hacía presagiar que si los blancos no se llevaban un título a la boca este año el luso terminaría lejos del Santiago Bernabéu.
Sin embargo, una apuesta realizada con Florentino Pérez fue el detonante para que ambos decidieran continuar por el mismo camino. Las dos partes estaban dudando, pero terminaron reencontrándose con una única idea: terminar con la hegemonía del Barcelona. Con la clasificación para la final de Copa, el técnico se jugó su continuidad a que superaba al club azulgrana en Mestalla: “La Liga no la vamos a ganar, pero a un partido podemos ganar al Barcelona. Seguro. ¿Qué nos apostamos presidente?”.
El reto se cerró en una cantidad económica, pero era un desafío implícito para ganarse la continuidad en el banquillo madridista. Una continuidad que, según confesaron varios directivos a posteriori, dependía del encuentro de Valencia. Pensar ahora mismo en un Real Madrid sin José Mourinho es complicado. Se ha ganado a pulso la potestad para continuar mandando en la parcela deportiva del club. Y todo gracias al cumplimiento de sus promesas. El año que viene tendremos otra dosis de Mou.
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