La primera es que el chaval está muy enfadado con el Barcelona. La razón es que sabe que tanto Guardiola como gran parte del barcelonismo le pone ojitos a Cesc Fábregas, ese tránsfuga que se marchó por la puerta de atrás demostrando su ‘amor’ a los colores, y que ahora vendría para taparle el hueco por el que tanto lleva peleando. No en vano, tanto Thiago como Cesc juegan en la posición de organizador, de ahí que si el del Arsenal aterrizara en el Camp Nou el internacional Sub21 se encontraría sin sitio dentro del primer equipo. Algo que para Thiago sería una puñalada.
Además, y tal vez más importante, es que Thiago sabe que cuenta con varios admiradores dentro de la planta noble del Santiago Bernabéu. El Real Madrid tiene muy buenos informes del jugador y, aprovechando que las relaciones con el Barcelona no pasan por muy buen momento, ya hay quien habría insinuado que tocar a Thiago sería una magnífica oportunidad de atacar la línea de flotación azulgrana: su cantera. El descontento del jugador con su club podría hacer el resto. En el Bernabéu, por lo que pudiera pasar, no pierden de vista la situación del jugador, uno de los mejores centrocampistas jóvenes del fútbol español ¿Sería un buen golpe al barcelonismo quitarle a una de sus mayores promesas?
Así juega Thiago Alcántara:
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