Ya se comprobó la pasada temporada. La mayoría de los jugadores madridistas estaban físicamente como un tiro y en los últimos minutos de los partidos nadie podía hacerles sombra. Seguro que buena parte de la responsabilidad de sus grandes actuaciones en los finales de los partidos la tiene una pretemporada preparada al milímetro por el de Setubal y su cuerpo técnico un grupo que trabaja en un único objetivo: que el Real Madrid llegue al mes de mayo en una forma espectacular.
Y trabajan para lograrlo casi de forma obsesiva. No hay más que leer la preocupación de Mourinho porque dos de sus jugadores más propensos a coger unos kilos de más en vacaciones no lo hagan bajo ningún concepto. Además, se ha contratado un nuevo cocinero y se pretende que todo lo que coman los integrantes de la primera plantilla pase el visto bueno de un nutricionista.
Medidas todas ellas que por separado pueden parecer sin sentido, pero que juntas pueden hacer avanzar esos milímetros necesarios para ganar al rival en un fútbol tan competitivo como el actual.
Y tardamos mucho en mencionar al gran maestro de la preparación física del equipo de Mou. Nos referimos a Rui Faría, su preparado físico y, en gran medida, culpable de que el Real Madrid no tenga rival desde el punto de vista físico. Sus métodos, desarrollados desde la pretemporada, convirtieron al Real Madrid en una apisonadora.
En este segundo Madrid de Mou, que el portugués prevé que irá mejor que en el primero, la preparación física que empiezan los madridistas desde hoy es indispensable. Gracias a hombres como Mou o Rui Faría el conjunto blanco dará un repaso físico a sus rivales en cada partido.
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