Ya en el primer partido de pretemporada Varane demostró templanza y saber estar. Bien es cierto que el Galaxy apenas le exigió nada durante el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego. Sin embargo, ante el Chivas sí se pudo ver más a Varane y lo que demostró fue digno de elogio: buena salida de balón, colocación más que buena y, sobre todo, un par de coberturas con buenos despejes a la espalda de su compañero Carvalho que recordaron a su también colega en la defensa Pepe. De hecho, si por algo destacó Varane en los 45 minutos que estuvo sobre el campo fue por su velocidad a pesar de su altura, una cualidad más que interesante para un defensa en el Real Madrid.
En principio, Varane partía como el cuarto central de la plantilla para Mourinho sin contar a Sergio Ramos, que también puede actuar en dicha posición. Sin embargo, su titularidad ante el Chivas por delante de Albiol deja bien a las claras que Mourinho podría subirle en el escalafón de sus defensas por delante del valenciano. Su buen rendimiento, además, le ayudaría a ello. Mourinho acabó encantado con su defensa y, de soslayo, también con el buen ojo de Zidane que ya empieza a rentabilizar la postura machacona de Mourinho de tenerle lo más cerca suyo posible.
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