La llegada de Agüero al Real Madrid estaba completamente cerrada con el jugador. Mourinho había dado su visto bueno, el delantero ya había dado el sí y sólo faltaba convencer a Bankia y al Atlético de Madrid, las dos partes implicadas que mayores problemas podían aportar. Florentino debía convencer a la entidad financiera para la obtención de un préstamo por 45 millones de euros, mientras que Agüero debía hacer lo mismo con el Atlético de Madrid. Pero las cosas no fueron como se esperaban.
Desde la obtención del crédito hasta el acuerdo por el salario del jugador, pasando por la evidente negativa del Atlético a negociar salieron mal. Cuando el Kun dijo que quería abandonar el Manzanares, jamás se le pasó por la cabeza encontrarse con tantos impedimentos. Y menos aún el Real Madrid.
En primer lugar, el Atlético nunca tuvo disposición a negociar. Gil Marín se negó por activa y por pasiva a entablar conversaciones por el fichaje con los blancos y ni siquiera la posibilidad de recibir algún jugador en la operación le hizo cambiar de parecer. Del mismo modo, el sueldo acordado verbalmente le situaba sólo por debajo de Kaká, Ronaldo y Casillas. Una cifra que a Mourinho no le pareció adecuada por la posibilidad de crear una batalla de egos en el vestuario, y que provocó que los blancos solicitaran al jugador una rebaja de su ficha. Ahí fue donde comenzó a romperse el acuerdo entre Agüero y el Madrid.
A este problema se sumó el del dinero. Con el Atlético cerrado en banda, Bankia sólo podía ofrecer al club merengue una cifra cercana a los 40 millones. No llegaba a los 45 y ni mucho menos a lo que tendría que haber pagado el Madrid por hacerse con el delantero por las malas. Adiós a la posibilidad de pagar su cláusula. El Madrid no podía afrontar el fichaje de Agüero, y el argentino no podía volver al Atlético. Su única vía de salida era el Manchester City. Más aún cuando Mourinho eliminó definitivamente toda posibilidad de que jugara en el Bernabéu.
Supuestamente, al técnico portugués no le gustó la manera en que Agüero se desmarcó de un posible regreso al Calderón. Según esta versión, el luso negó la llegada del Kun porque no le gustó la falta de lealtad y agradecimiento del argentino con el Atlético. Presuntamente, Mourinho recomendó Florentino que se olvidara de Agüero y se centrara en Neymar. ¿Realidad o ficción? Nunca se sabe, pero lo que ya es evidente es que el Kun jugará en la Premier y no en el Real Madrid.
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