Una vez más, la ira de los aficionados culés recayó sobre Cristiano Ronaldo. El portugués fue apuntado con un láser en los ojos, algo que ya ha ocurrido en anteriores visitas de los blancos al Camp Nou. Una acción que puede provocar daños en la visión del futbolista, y que tiene visos de volver a quedar impune una vez más.
Sin embargo, Cristiano no fue el único que tuvo que aguantar en Barcelona. El carrilero zurdo del Real Madrid, Marcelo, fue objeto de cánticos racistas a lo largo de la segunda mitad, especialmente tras la entrada a Cesc que supuso su expulsión. La afición culé le llamó ‘mono’ en repetidas ocasiones, al igual que ya hizo Busquets en el Bernabéu la pasada temporada, en una acción que nuevamente quedó sin castigo.
Por desgracia, incidentes como estos están a la orden del día cada vez que el Madrid visita el Camp Nou. En 1997, Roberto Carlos recibió en la cabeza el golpe de un mechero lanzado desde la grada. Nada que ver con las botellas de vidrio, teléfonos móviles o la cabeza de cerdo lanzadas a Figo en el 2000. Todas ellas actuaciones que quedaron sin sanción. ¿Qué debe ocurrir para que se cierre el Camp Nou?
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