Un 'santo' injustamente crucificado

Iker Casillas está sufriendo una campaña de desprestigio por parte de la prensa





El portero madridista solo hace lo que cualquiera haría en su situación, defender a su club y a sus compañeros. De ahí que declarara al final del encuentro del pasado miércoles que Cesc "seguramente se habrá tirado, como siempre". No cabe duda que el cancerbero cometió el error de juzgar sin haber visto la acción por televisión, aunque en su defensa hay que señalar que esto no es más que un ejemplo del famoso cuento de 'Pedro y el lobo'

La metáfora del mismo viene a señalar que cuando uno simula ser víctima de algo sin serlo, luego cuando le sucede realmente es posible que nadie le crea. Es decir, que en este caso es entendible que Casillas sospechara de la acción cuando los compañeros de Cesc se habían pasado gran parte del partido perdiendo tiempo y simulando lesiones que realmente no tenían. Hasta el momento eso era lo que se venía viendo, hasta que Marcelo hizo su falta al centrocampista.

Pues bien, este error entendible ha dado pábulo a sus detractores y al periodista Manolo Lama para comenzar una campaña de desprestigio hacia el portero. El narrador de la Cadena Cope señaló que "No reconozco a Casillas. El Madrid olvida que no hay que ser macarra para ganar". Una crítica curiosa proveniente de alguien que utiliza el apodo de el 'santo' para el madridista y que hasta el momento, guardaba buenas palabras para el portero de la selección.

A muchos ya se les ha borrado de la mente la imagen de Casillas levantando la Copa del Mundo. Por aquél entonces el '1' madridista era endiosado y elevado a los altares del fútbol por darle el título a la 'roja'. Trece meses después algunos ya no pueden ni verle, simplemente por defender sus intereses y a su club. A poco les importa ya que Casillas sea un ejemplo de persona, tanto dentro como fuera del campo. Que sea uno de los futbolistas más generosos y humanitarios. Ha bastado un error para crucificarle, tal y cómo se está haciendo en los últimos días con Mourinho y el madridismo. Sin embargo, Casillas no ha cambiado. Sigue siendo ese chico que no es "galáctico, sino de Móstoles". Y fundamentalmente, sigue siendo madridista.