José Mourinho continúa ejerciendo de talismán para los blancos. Desde su llegada al banquillo merengue, no existe la palabra imposible en el diccionario del madridismo. El ritmo con el que ha iniciado su segundo proyecto es altísimo y la mejor prueba de ello es la goleada infringida al Zaragoza.
La estadística, después de los seis tantos logrados en La Romareda, vuelve a ponerse del lado del Real Madrid. El conjunto de Concha Espina ha conseguido pulverizar otro récord más: en esta ocasión el del mejor arranque en la competición doméstica a domicilio.
Tendríamos que remontarnos a la temporada 2000-2001 para observar un comienzo similar. En aquel entonces, el Villarreal endosó una goleada de escándalo al Rayo Vallecano en la capital de España (1-5), idéntico resultado que cinco años atrás logró el propio Real Madrid ante el mismo rival.
La huelga de los futbolistas no ha dado lugar a que se dispute la primera jornada del Campeonato Liguero y el Real Madrid había acumulado grandes dosis de energía, que quedaron patentes en el verde del estadio maño.
José Mourinho ha iniciado su segundo proyecto de una manera brillante, demostrando que la profecía que él mismo proclamó es cierta: en este caso, las segundas partes siempre son mejores.
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