El colmo: ¡los árbitros también elogian a Messi!

El gremio arbitral tilda a Messi de "campechano y humilde"


Stark y Messi




Novoa, que recibirá el próximo viernes en Oviedo un homenaje con motivo de su retirada al cumplir los 45 años que la normativa establece como límite estará acompañado, entre otros, por Undiano Mallenco, Teixeira Vitienes, González Vázquez, Medina Cantalejo o Rodríguez Santiago.

Su llegada a Primera División se produjo de la mano de César Muñiz Fernández, y más tarde integró el equipo de asistentes de Turienzo Álvarez y Mejuto González, con los que completó un historial del que asegura que se siente "orgulloso".

"Pese a no tener escarapela internacional tuve el privilegio de arbitrar muchos más partidos que otros compañeros que sí contaban con ella", ha destacado Hugo Novoa en referencia a los más de cuarenta encuentros internacionales en los que ejerció como linier.

A su juicio, "experiencia" y "garantías en la competición" han sido los valores que le han permitido alcanzar esas cotas en el contexto internacional, donde resalta la "forma de comportarse, completamente diferente" de los futbolistas, condicionada por un "mayor respeto" y las "severas sanciones".


"He tenido la suerte de haber arbitrado en sus propios campos a todos los grandísimos equipos europeos", ha señalado el asturiano, que entre los innumerables recuerdos rescata, entre sus decisiones más trascendentales, dos momentos decisivos para el pase a cuartos de final de la Liga de Campeones de Arsenal y Liverpool.

Aquellos instantes fueron un gol anulado al francés Thierry Henry que daba el pase del Arsenal ante CSKA en la Liga de Campeones, y las lágrimas derramadas mientras corría la banda al contemplar el embrujo con el que el estadio de Anfield celebró el tercer gol de Steven Gerrard, que aseguraba el pase a la siguiente ronda ante Olympiacos.

En la competición nacional, con tres clásicos Barcelona-Real Madrid incluidos en su bagaje, admite que algunos errores cometidos le supusieron "contratiempos muy incómodos", como un anulado al Rayo Vallecano en la temporada de su debut en Primera, o un percance más reciente, en la última jornada liguera, con el malaguista Eliseu: "Me arrolló, me tiró al suelo y me recriminó si no había visto la falta previa".

En el repaso a los dirigentes, Novoa se queda con la "humanidad" del presidente del Sevilla, José María del Nido, y con la "exquisitez protocolaria" implantada por el responsable barcelonista Joan Laporta en el Nou Camp, donde el presidente tiene la "deferencia" de bajar a saludar al árbitro al término del partido, "sea cual sea el resultado".