“Hablé con Butragueño porque es un hombre bueno y tengo confianza con él, y él sabe perfectamente mis intenciones. No creo que el detalle del club sea desde el afecto. Tengo tomada mi decisión y no hay marcha atrás. No me siento cómodo y no quiero que nadie se sienta incómodo conmigo”, ratificó.
El que fuera jugador y entrenador del Real Madrid afirmó que no se trata de una cuestión de rencor, sino de decepción por lo que ocurrió a su salida del club: “Es un asunto delicado para mí, haga lo que haga y diga lo que diga es malinterpretado”, se lamentó, antes de calificar de “imposible e inviable” un posible regreso a la casa blanca.
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