Con una victoria, el Real Madrid se clasificaría matemáticamente para octavos de final de la Champions. Un triunfo que le serviría además para hacerse virtualmente con el liderato definitivo del Grupo D. Sin embargo, quizá haya una batalla más importante en Gerland: una batalla contra la historia madridista en el terreno del Olympique de Lyon, donde los blancos siguen sin conocer la victoria.
El Real Madrid nunca ha ganado en Gerland, convirtiéndose en una de las grandes pesadillas del madridismo, que año tras año ha visto a los blancos caer en Lyon. Una tendencia que se cortó la pasada temporada, cuando Benzema hizo el primer gol merengue en el feudo francés. Bendita casualidad, tuvo que ser Karim el que lo lograra. Un ex de los galos que rompería un maleficio que parecía eterno.
El Madrid sacaría un empate que valía su peso en oro de cara al encuentro de vuelta en el Santiago Bernabéu, donde los blancos sellaron su pase a cuartos de final venciendo con solvencia. Sin embargo, no fue un triunfo completo. En esta ocasión, la victoria es el objetivo para acabar definitivamente con una maldición histórica. Vale el empate para sellar el pase, pero ganar el miércoles es una cuestión de orgullo que corroboraría definitivamente las sensaciones que está dejando el Madrid como grupo en los últimos encuentros.
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