Cristiano es oro de siete quilates

Festival de goles y juego de un Madrid que maltrató a Osasuna (7-1). Cristiano Ronaldo, con tres goles, el mejor del partido. Debutó Sahin.





Es curioso ver cómo cambia de aspecto el Bernabéu de verlo de día a hacerlo por la noche noche. El ambiente es igual o mejor y, además, el resultado deportivo no influye negativamente. Es más, la buena racha se mantiene. Además, si Cristiano Ronaldo trae como regalo para el público una Bota de Oro, un presente que sólo Hugo Sánchez había podido brindarle a los aficionados merengues. Vamos, que nadie se había dormido y encima CR7 traía un regalo para la gente. La mañana no empezaba nada mal.

En el césped la cosa empezó pausada. Seguramente porque Osasuna intentó dejar el autobús que le trajo hasta el estadio merengue en la portería de Andrés. Consiguió frenar inicialmente las estampidas merengues aunque el solecito madrileño hacía presagiar que dejar al Real Madrid a cero en el partido iba a ser misión imposible. Tan imposible como que sólo fueron 22 los minutos en los que el Real Madrid vio como su casillero de goles no se movía. No había nadie mejor que Cristiano Ronaldo para abrir la lata. La Bota de Oro que había mostrado al madridismo bien merecía una réplica dentro del campo. Así fue. No fue con la bota sino con la cabeza como Cristiano puso el 1-0. Di María dibujó una asistencia y Cristiano engominó el balón a la red. Lata abierta y el partido en su punto. Momento aperitivo.

Sin embargo, Álvarez Izquierdo, árbitro malo de solemnidad, quiso ponerle emoción al partido enseñándole al Bernabéu que él también quería su cuota de pantalla. Primero dejó sin señalar una falta clara sobre Pepe y, posteriormente, no permitió al portugués entrar al campo después de ser atendido. A todo esto, pitó una falta dudosa de Arbeloa que Osasuna sacó rápido. Ibra se encontró solo delante de Casillas. No podía fallar. Y no lo hizo. Volvíamos al empate.

Maravilla de Higuaín en el tercero


El resultado era tan ficticio como inmerecido. No porque el Madrid hubiera merecido golear en 30 minutos al Osasuna, sino porque los navarros apenas conocían a Casillas. Y si lo hicieron fue, en parte, gracias a Álvarez Izquierdo. Sin embargo, un nuevo testarazo, esta vez de Pepe, y otra vez con Di María como asistente, el Real Madrid devolvía la cosa a la normalidad. Ni dos minutos le duró a Osasuna la alegría. Un estado, el de euforia, sí que envolvió a Gonzalo Higuaín poco después cuando, tras controlar un balón en el área, se quitó del medio a un defensa con un recorte y puso el balón en la escuadra. Un señor gol. Digno de un buen delantero del Real Madrid. Más ‘problemas’ para Mourinho en esa toma de decisiones que implica poner a Higuaín o Benzema. Bendita decisión, sin duda.  

Ficha Técnica

Real Madrid 7: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao; Khedira (Sahin 66’), Alonso, Özil (Callejón 66’), Di María (Benzema 49’); Higuaín y Cristiano Ronaldo

Osasuna 1: Andrés, Damiá, Lolo, Flaño, Satrústegui; Raúl García, Nekounam, Puñal (Rubén 73’), Calleja (Timor 86'); Nino (Pérez 58’) e Ibrahima

Goles: 1-0 Cristiano Ronaldo (22’), 1-1 Ibra (30’), 2-1 Pepe (32’), 3-1 Higuaín (39’), 4-1 Cristiano Ronaldo (p.55’), 5-1 Cristiano Ronaldo (58’), 6-1 Benzema (62'), 7-1 Benzema (80')

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Puñal. Expulsó a Satrústegui  (54’)

Estadio: Santiago Bernabéu (80.000 espectadores).

Con el 3-1 en el marcador, el Real Madrid lo tenía perfecto para hacer cualquiera de los dos estilos que le vinieran en gana. El de liderar y conducir o el de contragolpear. Fue precisamente con el segundo de ellos con el que el Madrid marcó el cuarto, una obra de arte en pocos toques que acabó con Özil derribado en el suelo tras entrada de Satrústegui, que acabó en la calle. Hasta Álvarez Izquierdo lo vio, aunque debió haberle expulsado con roja directa y no por doble amarilla. Cristiano fue el que agarró el balón para tirar el penalti. Había pocas dudas de que fallara. Y no lo hizo. Ahí Osasuna hizo honor al color de su camiseta y se desangró. Con todo, la herida siguió creciendo para los visitantes. Sobre todo, porque Cristiano quería más. Y su equipo también. Así las cosas, una subida de Arbeloa la acabó transformando en gol la cabeza de Cristiano. Bota y Cabeza de Oro para el portugués. La manita ya era una realidad en el Bernabéu. Y habría más.

Benzema, también en racha

Si Arbeloa tuvo a partes iguales el mérito con Cristiano de hacer el quinto, Coentrao también quiso su banda de protagonismo. De sus botas salió la jugada del sexto con un caño espectacular a su defensor y una asistencia que Benzema, que había entrado por Di María, ajustició con mala leche pero con puntería. La paliza ya era tenística. El Madrid era un todoterreno, al estilo Nadal, mientras que Osasuna se quedaba en invitado, y gracias. Y más todavía cuando otra vez el galo encañonaba a Andrés para colocar el séptimo.

Por si el resultado no era suficiente, Mourinho decidió entregarle un caramelo al Bernabéu en forma de debut. El de Nuri Sahin. Mucho se había retrasado a causa de las lesiones y la afición le recibió con cariño y a la expectativa. Hay mucho fútbol en sus botas y eso el Madrid lo debe disfrutar durante años. Como años pasarán hasta que el Real Madrid tenga un jugador como Cristiano. Sus botas son de oro pero su cabeza, aunque algunos lo nieguen, también lo es.