Sergio Ramos, el 'mariscal' de la defensa

DC repasa el pasado, presente y futuro de los jugadores de la actual plantilla del Real Madrid.





Sergio Ramos García nació el 30 de marzo de 1986 en Camas. Desde muy pequeñito comenzó a demostrar sus dotes para el deporte rey. Pronto se convierte en uno de los jugadores más destacados de su localidad natal y enseguida empieza a llamar la atención de Sevilla y Betis, los dos grandes equipos de la capital andaluza.

Los técnicos de las categorías inferiores del Sevilla ya veían que su progresión no tenía límites y aprovechando que el chico era sevillista no se lo pensaron dos veces y decidieron hacerle una suculenta oferta para que pudiera crecer en una de las mejores canteras de España. En su juventud Ramos ya apuntaba a ser un magnífico central, un solvente lateral derecho con  mucha potencia o un decente mediocentro con la fuerza y el empuje como principales virtudes. Era una de las ‘perlas’ de la cantera del Nervión y tanto el presidente sevillista, José María del Nido como el técnico de aquel entonces Joaquín Caparrós vieron  su categoría futbolística y no dudaron en darle una oportunidad en el primer equipo.

Así, después de un fugaz paso por el Sevilla Atlético, como los buenos toreros toma la alternativa muy joven el el Sánchez Pizjuán. Lo hace con sólo 18 años, un 1 de febrero de 2004 en un partido que enfrenta a los hispalenses con el Deportivo de la Coruña.  No tardó en convertirse en una de las caras nuevas más destacadas del Sevilla y fue en esas concentraciones en las que consolidó su amistad con Jesús Navas y el fallecido Antonio Puerta.

Caparrós le utiliza de central y en ocasiones de lateral, cumpliendo en ambas posiciones, pero demostrando un mayor sentido del juego cuando parte como titular en el centro de la zaga.  en su primer año, únicamente jugaría seis encuentros, pero dio buenas muestras de lo que estaba por seguir.

Su explosión en el conjunto andaluz llegaría en la 2004-2005, destacando aún más y haciéndose con la titularidad en el siempre correoso equipo de Caparrós. Sus 31 encuentros y cinco goles en Liga no pasarían desapercibidos por los grandes del fútbol español y europeo. Le esperaba un verano muy movido...

 

Y vaya si lo fue, en el periodo de fichajes estival de esa temporada se convirtió en una de las piezas más codiciadas. Desde siempre se supo la predilección del Real Madrid por este polivalente defensa. No obstante, su llegada al conjunto blanco no sería sencilla porque enfrente estaba José María del Nido y sus dotes negociadoras, a lo que habría que unir su particular rechazo a vender al Real Madrid.

Así las cosas, hubo que esperar a que se cerrara el plazo de fichajes para que, un 31 de agosto y después de haberse jugado ya la primera jornada, Sergio Ramos firmara por el Madrid a cambio de 27 millones de euros, un traspaso récord con sólo 20 años.


En el Madrid no defrauda y aunque existen dudas (y hoy todavía las hay) sobre cuál es su posición más adecuada. En esas, en febrero de 2005 debutaría con la selección de la mano de Luis Aragonés  tambíen de lateral derecho. No le pesa la responsabilidad ni de blanco ni con la selección y completa un buen primer año de central y jugando algunos choques de mediocentro defensivo. Su primer año juega un total de 46 encuentros en las tres competiciones en los que anota seis goles. Mediada la temporada 2006-2007 sufre uno de sus momentos más duros con la camiseta blanca al romperse el tabique nasal en un partido de la Champions League ante el Bayern de Munich. Éste hecho le obliga a pasar por el quirófano y tiene que perderse algunos partidos,

¿Lateral o central?  

La llegada de Pepe y de Metzelder obliga a reestructurar la línea defensiva y  Ramos pasa al lateral, donde pierde jerarquía e incidencia en el juego , pero aporta soluciones al equipo.  A lo largo de su trayectoria en el conjunto blanco y ,cada vez que tiene que ocupar el centro de la defensa por cualquier circunstancia, surge el debate en los medios y en los aficionados acerca de la posición en la que rinde mejor el andaluz.

En sus primeros años su entusiasmo y energía perjudica al equipo en ocasiones, al sufrir expulsiones en algunos encuentros. Con el paso del tiempo, el joven impetuoso va dando paso a un Ramos más reflexivo  que va camino de hacer algo grande en el Real Madrid.

Juegue mal o bien, pierda o gane el equipo, Sergio nunca se esconde. Es consciente de que su importancia en el vestuario blanco es creciente en cada temporada, Es uno de los capitanes, lo sabe y actúa como tal.

En sus ya ocho temporadas en Concha Espina repite prácticamente las cifras de su primer año y no baja de los  40 partidos, con cifras que rondan los seis goles en su haber. Su altura y su potencia le convierten en un dolor de cabeza para las defensas rivales.    

Con la selección también es indiscutible. Con él en el flanco derecho de la zaga, el combinado nacional consigue el doblete Eurocopa - Mundial. Ramos, además, es una de las alegrías de los vestuarios del madrid y de la ‘roja’. Siempre sonriente, bromista y cercano, el sevillano sabe llevar  su arte dentro y fuera del campo. Es un imprescindible, querido por sus compañeros, valorado por sus técnicos y admirado por sus aficionados. 

Un central para rato  

En la actualidad, el destino parece haberle dado una opción para zanjar el eterno debate en torno a su demarcación. Tras la lesión de Ricardo Carvalho a comienzos de la temporada pasada, Sergio Ramos se ha asentado como el central titular del Real Madrid junto a Pepe. Puesto que también ocupó en la pasada Eurocopa de Ucrania y Polonia , en la que la selección entrenada por Vicente del Bosque revalidó el título.

Sin ningún tipo de duda, se puede asegurar que  Sergio Ramos continúa en una progresión que parece no tener fin. La 2011-2012 ha sido la mejor temporada de su carrera, hasta el momento. Respondió a las críticas por el penalti fallado en semis de Champions contra el Bayern, con un lanzamiento a lo Panenka en la Euro frente a Portugal. Genio y figura. Así es Sergio Ramos. Un verdadero crack.