Eran otros tiempos. El Real Madrid iniciaba un proyecto encabezado por José Mourinho que parecía entrar poco a poco en una dinámica positiva, mientras que el Atlético continuaba en su línea de 'quiero y no puedo', sintiéndose grande por los éxitos europeos de la anterior temporada pero mostrando sus complejos ante un Madrid al que lleva 12 años sin ganar. Los primeros minutos fueron de un ritmo constante. El Madrid avasallaba la puerta de De Gea, mientras que el Atlético también tuvo sus opciones para sorprender a Casillas.
Sin embargo, golpeó el Madrid y lo hizo dos veces. Primero por mediación de Carvalho, que subió al ataque tras una recuperación en la medular y se coló entre los centrales para fusilar a De Gea tras un sensacional pase de Özil. Los colchoneros reclamaron falta de Xabi a Reyes en la recuperación, pero el colegiado Mateu Lahoz entendió que el sevillano se había dejado caer, tal y como demostraron las imágenes más tarde. Minutos después, Özil hacía el segundo en un lanzamiento de falta bajo y con rosca que sorprendió a la defensa y el portero atléticos y entró suave en el segundo palo.
El avance del Madrid se frenó una vez que la diferencia se quedó en dos goles. Los blancos levantaron el pie del acelerador y se conformaron con una victoria que suponía una más ante los vecinos de la capital. Triunfo con solvencia y merecido, pese a que los visitantes volvieran a plantear su discurso de derrota en torno a la figura arbitral, un Mateu Lahoz que con 2-0 en el marcador no señaló un penalti de Xabi por mano involuntaria. Excusas de mal pagador, como casi siempre.
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