Dos métodos opuestos hasta en la preparación

El luso concentrará a sus futbolistas desde el viernes, mientras que el Barça viajará a Madrid el mismo sábado


Sin descanso para llegar a tope.




Con un incómodo partido de Champions para ambos equipos en medio de la semana previa al clásico, José Mourinho y Pep Guardiola han trazado planes de acción diferentes para que sus jugadores alcancen el máximo nivel el próximo día diez de diciembre.

El entrenador blanco, y ya lo hemos anunciado en varias ocasiones en DC, ha optado por una preparación a conciencia, transmitiendo a sus jugadores que el esfuerzo y la concentración deben de ser una constante para contar con el mayor número de probabilidades de lograr la victoria.

El portugués, aunque no convocó para el partido en Ámsterdam a un buen número de titulares, dio la orden de que esos jugadores no tuvieran descanso en su ausencia y siguieran perfeccionando y puliendo aspectos  del esquema de juego que utilizarán en el Bernabéu. El equipo no ha gozado de ninguna jornada de asueto, ni siquiera los futbolistas que sí participaron en el choque de Holanda.

El luso ha decidido ponerse manos a la obra con la mayor prontitud posible y pocas horas después del regreso de Ámsterdam, la plantilla al completo se ha ejercitado en Valdebebas, en una sesión a puerta cerrada, con la clara intención de esconder sus planes y de así dilatar la posible incertidumbre que se viva en la ciudad condal.


Josep Guardiola, en cambio, sí que ha dado tregua a una gran mayoría de sus jugadores. Hasta trece futbolistas de la primera plantilla no fueron convocados para el encuentro ante el Bate. Aunque ellos tampoco cesaron en sus actividades físicas, el técnico de Santpedor sí ha decidido dar el jueves como día libre a la totalidad de su plantel. De este modo, los jugadores culés sumarán 53 horas de descanso: cesaron de entrenar el miércoles a las 13 horas y regresarán al trabajo el viernes a las 18 horas.

En cuanto a las horas previas al clásico, Guardiola no ha modificado sus costumbres y su equipo viajará a la capital de España el mismo sábado, mientras que el Real Madrid estará concentrado desde la noche del viernes, en su habitual ‘cuartel general’, el ‘Hotel Mirasierra’.

Además, también existe una variación en la actitud de los futbolistas de ambos equipos. En el Barcelona no han mostrado problemas a la hora de hablar abiertamente del enfrentamiento, incluso aludiendo o recordando acciones polémicas del pasado. En la capital de España, la consigna es la de un silencio estricto ante los medios, que los jugadores han seguido a rajatabla. Ni siquiera después del partido de Champions han entrado a valorar la situación del rival.