Al final no hubo trivote

Mourinho optó por blindar el centro del campo para recibir al Barcelona





Busquets, Xavi, Iniesta y Cesc son jugadores que por sí solos son capaces de dominar el balón. No en vano, el Barça acumulaba antes de este partido más de dos centenares de encuentro teniendo más porcentaje en la posesión de la pelota. Ante ello, el técnico merengue acostumbraba a aplicar una fórmula: tres jugadores en el centro del campo, generalmente dos de corte destructivo y uno de corte constructivo.

Sin embargo, este sábado el portugués prefirió no 'sacrificar' la labor en la mediapunta de Özil para ganar un hombre en el círculo central. El alemán se mantuvo como mediapunta, mientras Coentrao fue la gran sorpresa del equipo madridista en el clásico, colocándose en el lateral derecho. En cambio, Khedira fue la noticia negativa al no partir de inicio, por lo que Lass fue el que realizó tareas de recuperación y de inicio de juego, convirtiéndose en un buen complemento para frenar las acometidas culés. Y es que Mourinho prefirió no tocar lo que estaba funcionando a la perfección y se quedó con el 4-2-3-1 que tanto éxito le venía dando.