Al final del partido, jugadores como Xabi Alonso o Casillas dejaron muy claro que, para ellos, el segundo tanto barcelonista había sido clave para hundir al Madrid. Un tanto logrado desde la suerte y la ilegalidad, porque un repaso posterior a las imágenes no deja lugar a duda: en el comienzo de la jugada, Iniesta le mete un balón interior a Alexis y este le cede de espuela a Fábregas, que está en clara posición de fuera de juego. Esto obliga a Coentrao a cortar el balón, mientras Xabi pide fuera de juego. Tras el rechace, Xavi empalaría el balón, que acabaría entrando mansamente en las redes de Casillas.
La regla del fuera de juego deja muy claro que la infracción es "posición de fuera de juego más participación activa". Es decir, que será señalable si el futbolista "juega o toca el balón tras haber sido tocado o pasado por un compañero". Además, se aprecia como claramente interfiere al adversario (en este caso Coentrao) al distraerle y obligarle a despejar el balón por su internada. En resumen, en la acción Cesc (el Barcelona) juega el balón y saca ventaja de su posición ilegal logrando que Coentrao tenga que despejar una pelota que acaba posteriormente en las botas de Xavi.
La acción parece bastante clara y viene a sumarse al claro error de Fernández Borbalán al no expulsar a Messi por doble amarilla tras zancadillear a Xabi Alonso en la primera parte. Así que, aunque el juego del Real Madrid no fue bueno, parece que también existen motivos para la queja por parte del madridismo. El partido hace días que acabó, pero lo cierto es que quizás el resultado hubiera sido distinto si el colegiado no se hubiera equivocado a favor del Barcelona en las dos acciones más decisivas del partido.
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