Nuri Sahin, una de cal y otra de arena

El turco combinó buenas acciones con errores propios de la inactividad





Lo más positivo del encuentro realizado por el mediocentro otomano es el grado de participación que éste desea dentro del equipo. Con mayor o menor acierto, Sahin no dejó de pedir la bola, trató de hacer pasar por sus pies toda la creación de juego del equipo blanco. Y eso es algo que ante equipos como la Ponferradina puede pasar factura, ya que el centro del campo de El Toralín fue una lucha de gladiadores en el barro.

El turco estuvo bien en la recuperación, secundado por el alemán Sami Khedira, y con el paso de los minutos fue ganando peso en el juego del equipo. La circulación de balón pasó por sus pies con criterio en horizontal, pero se atascó bastante cuando tuvo que aportar verticalidad. En cualquier caso, sigue siendo pronto para hacer un diagnóstico de este turco, que debe ir creciendo poco a poco a base de minutos. En esta ocasión no los jugó todos, ya que en el 70 acabó sustituido por el Pirata Granero.