Desde el primer minuto de partido, tanto el Real Madrid como la Ponferradina dejaron claro que querían jugar un partido de guante blanco, por lo que el colegiado no tuvo prácticamente trabajo. Sin embargo, ni así el conjunto blanco evitó ser perjudicado por el arbitraje, ya que en el minuto 23 del partido el juez de línea señaló un fuera de juego inexistente tras un magnífico plase interior de Sahin que dejaba a Callejón solo ante Orlando Quintana.
En la segunda mitad, más de lo mismo, incluído error en el fuera de juego. En el minuto 5 de la reanudación el juez de línea volvió a mostrar que tenía un muelle en el brazo cuando le marcó una posición ilegal a Benzema cuando ya entraba en el área. En esta ocasión fue mucho más justo que el de Callejón, pero igualmente fue un error que afeó la actuación del valenciano. Posteriormente, los jugadores de la Ponferradina le protestaron que el balón no fuera detenido por completo en la falta previa que originó el gol de Joselu, aunque para entonces el partido estaba más que decidido.
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