En el Real Madrid no salen de su asombro. El club blanco se topa cada día con una nueva novedad en los despachos. Normalmente la sorpresa suele ser negativa. El último precedente, sin ir más lejos, es la multa económica que la RFEF le puso por la celebración de Di María en el Sánchez Pizjuán. Ahora, los directivos blancos han conocido la decisión del Comité de Competición de anular la segunda cartulina amarilla que vio Mendes, en el encuentro que midió al Castilla con el RSD Alcalá.
El conjunto blanco ya había puesto un recurso denunciando la actuación que hizo el colegiado Bosch Doménech (recordemos que el Castilla acabó con ocho jugadores en el terreno de juego). Aunque el error del árbitro en la segunda amarilla de Mendes fue de bulto (la infracción la cometió Jesé), en el Real Madrid se preguntan por qué el Comité rearbitra unos partidos y en otras ocasiones, como la quinta amarilla que forzó Piqué ante el Rayo, no lo hace.
En el caso del zaguero del Barcelona, el Comité decidió no actuar de oficio, negándose así a emplear el artículo 112.3 del código disciplinario, que estipula que un jugador que fuerce una tarjeta, será sancionado con un partido más. Por ello, y aunque el Comité ha mantenido los castigos de Morata (un partido) y Álex Fernández (dos partidos), en la entidad blanca tienen la impresión de que esta maniobra del Comité tiene la intención de compensar de algún modo la impunidad de Piqué.
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