Tras haber estado varios meses mareando la perdiz y riéndose del Real Madrid, Luis Álvaro de Oliveira ahora parece el mejor amigo del barcelonismo. A pesar de comentar que "si dependiera de mí, Neymar nunca se iría del Santos", el brasileño quiso realzar el juego del Barcelona señalando que "su equipo es para el fútbol como Gaudí para la arquitectura". No en vano, dejó claro que a él le gustaría que Neymar "no le pasara como a Robinho en Europa, a quien echaron a perder por intentar cambiar sus características", en lo que se puede interpretar como una pequeña pulla al club blanco.
Aún así, De Oliveira quiso dejar claro que "en 2014 arrancará una guerra por Neymar. El Barça no tiene ventajas para llevárselo". Aunque admitió tener "simpatías con Sandro Rosell", las cuales afirmó que "no tienen influencia en posibles negociaciones. En 2014 quedará libre de contrato y en agosto estará libre para firmar por el club que considere oportuno". Además, el presidente deslizó que no le gustó la forma de proceder del Real Madrid para el fichaje.
"El Real Madrid inició su asedio con una invitación de Ronaldo para tomar un trago. Después, Ronaldo me dijo que hablaba en nombre de Florentino Pérez. Querían pagar menos que la cláusula de rescisión, era un chiste" señaló el dirigente. Hasta el ex representante del jugador, Wagner Ribeiro, se llevó un palo suyo, ya que dijo de él que "es una pesona próxima al Madrid y tenía un interés económico por vestirlo de blanco".
Sin dejar de recordar que Neymar quedará liberado del Santos en 2014, De Oliveira destacó que tanto el Barça como el Madrid habían presentado ofertas formales por escrito para fichar a Neymar, si bien "la oferta más a corto plazo y mayor era del Real Madrid y el Barcelona tenía planes de futuro, dejando más tiempo al jugado en el Santos". Unas ofertas que le hicieron sentir como "la Pasionaria al decirles 'No pasarán'" concluyó.
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