Sólo vale la cara buena para pasar

El Real Madrid defiende el 3-2 del partido de ida en el Bernabéu en La Rosaleda. Mourinho buscará que su equipo salga a marcar y ganar el partido. El Málaga espera la sorpresa con su juego aéreo con arma.





Después de engrandecer su ego, pinchazo del Barcelona en Cornellá mediante, el Real Madrid afronta un partido trampa en Málaga para volver a cruzarse con los azulgrana en cuartos de final de la Copa. Los de Mourinho tendrán que defender atacando el 3-2 que lograron en el Santiago Bernabéu mostrando dos caras bien opuestas. Esta noche en La Rosaleda sólo puede verse la cara buena del Madrid si los blancos no quieren sustos y quieren deleitar a su gente con un cruce ante el Barcelona en la competición del K.O.

MÁLAGA: Caballero; Gámez, Demichelis, Mathijsen, Eliseu; Toulalan, Cazorla, Isco, Juanmi, Buonanotte y Van Nistelrooy.

REAL MADRID: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira, Lass; Cristiano Ronaldo, Ozil e Higuaín.

ÁRBITRO: Pérez Lasa (C. Vasco).

ESTADIO: La Rosaleda.


HORA: 22.00 (Canal )

Para regalarle al madridismo esa revancha, los blancos deben sacar su cara más seria y competitiva. Olvidar los turrones y mazapanes del primer tiempo ante los de Pellegrini en Madrid y centrarse en hacer un buen partido. Será necesario para superar a un Málaga que tiene veneno en sus botas, a pesar de que es inferior al Real Madrid a todas luces. Mourinho tiene claro que la palabra garantía cubrirá a su equipo desde la portería hasta la delantera. El portugués no quiere ninguna sorpresa y caer eliminado en la Copa, sin ser un fracaso, sí que sería una gran decepción para la parroquia blanca. Por eso, saldrá a marcar y ganar. Sin tapujos.

Tras la brecha abierta en Liga con el Barcelona, el madridismo empieza a ver más cerca que nunca la posibilidad de reencontrarse con el campeonato doméstico. Además, el sueño del triplete está más vivo que nunca aunque para ello, el primer paso será superar a un Málaga que en Madrid ya dio el susto y que intentará volver a dejar al Real Madrid blanco no sólo en su camiseta sino también en sus rostros. Mourinho tiene el antídoto contra eso: jugarán los mejores.