Precisamente la historia es la que dice que el Real Madrid puede pasar a semifinales, dejando en la cuneta a un Barcelona que llega muy crecido tras sus dos últimas victorias en el Bernabéu. Cosas más extraordinarias ha visto el madridismo, remontadas épicas, de las que nadie espera, con goles en el último suspiro, con títulos ganados en el último segundo, imponiéndose a pesar de todas las adversidades. Con fútbol del bueno, de pura raza, de casta. Eliminatorias que parecían perdidas que acabaron en manos del Madrid, Ligas con líderes destacados que acabaron sucumbiendo a la presión, partidos decididos que daban la vuelta en dos jugadas. A fin de cuentas, el espíritu del madridismo, un sentimiento que no conoce la palabra rendición.
Durante el encuentro de ida contra el Barcelona y en la visita del Athletic al Bernabéu se pudo escuchar a la afición pidiendo que el Real Madrid esté formado por "once Juanitos", en sentido metafórico. Fue precisamente el mítico futbolista de Fuengirola el que estableció las bases de ese espíritu, no el madridista, sino el de la briega, la lucha hasta el final: "Noventa minuti in el Bernabeu son molto longo", dijo en cierta ocasión. Pero esta frase es extrapolable a noventa minutos jugando contra el Real. Con el Madrid enfrente, que nadie dé nada por hecho.
Inolvidables son las remontadas europeas de los 70 y los 80, pero no se pueden olvidar tampoco hechos mucho más recientes. Remontadas europeas vistas en la primera etapa de Florentino como presidente, como aquella en los cuartos de final de Champions ante el Bayern; aquella semifinal de Copa en la que el Madrid se dejó sorprender por el Zaragoza en La Romareda (6-1) y en el Bernabéu a punto estuvo de engrandecer aún más ese espíritu (4-0). Ya con Calderón, aquella Supercopa en la que un Madrid con nueve hombres remontó ante el Valencia. La Liga de Capello, la remontada ante Osasuna que significó el pasillo del Barcelona en Chamartín, la remontada ante el Getafe con Higuaín en plan estelar, o en la era Pellegrini ante el Sevilla.
Incluso si miramos en las estadísticas de este año, encontramos la remontada ante el Málaga en Copa o ante el Mallorca o el Athletic en Liga, entre otras. Son muchos los casos vistos a lo largo de la historia en los que el club demostró su carácter, en el que se hizo respetar. Esta noche, toca una nueva cita con la historia. Se podrá ganar o se podrá perder, pero siempre con la cabeza alta, y con la certeza de que se ha sudado la camiseta y se ha defendido el escudo con sangre, sudor y lágrimas. Que nos respeten, y que demostremos por qué debemos ser respetados. ¡HALA MADRID!
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