No diga ladrón, diga Teixeira

El colegiado dinamitó las esperanzas del Madrid en Copa





Todo comenzó a los tres minutos de juego, cuando el colegiado anulaba una jugada de ataque merengue por un fuera de juego inexistente. Ya en ese momento se vio la que se le avecinaba al Madrid, que a base de garra fue entrando en el partido, aunque Teixeira no le dejó. La primera acción dudosa en el área fue un penalti de Busquets por mano tras rematar Pepe en un córner. El colegiado no la señaló, al igual que hizo minutos más tarde con la de Abidal tras una chilena de Sergio Ramos. Ahí comenzaba el recital, que aumentaría con los apuros del FC Barcelona.

Anuló un gol legal a Ramos por forcejear con Alves, que como suele pasar, se tiró a la piscina para hacer evidente que había una falta que en realidad no existió. El propio sevillano sería víctima más tarde del colegiado al ver la segunda amarilla en un salto con Busquets, otro de los que saben hacer teatro del bueno. Sin embargo, Alves se fue de rositas una y otra vez por sus patadas a Cristiano o a Benzema, al igual que Cesc no vería la amarilla por una dura entrada sobre Pepe o Messi no vería su segunda cartulina por un control con la mano dentro del área.

No obstante, lo mejor del recital del cántabro llegaría a última hora, ya con 2-2, dejando sin señalar un clarísimo penalti de Puyol sobre Benzema, que fue arrollado cuando encaraba a Pinto, y pitando el final justo en el 93 a pesar de las reiterativas pérdidas de tiempo del Barcelona. En definitiva, un Madrid heroico y con una fuerza enorme no pudo concretar la machada por culpa de un juez indigno y miserable. Teixeira fue el único culpable de que el Madrid no pasara a semifinales, pero seguramente éste no será el último agravio de este antimadridista para con el club blanco.