Cristiano merece una disculpa

El portugués se echó al equipo a la espalda ante el Barcelona a pesar de las críticas





El pasado 10 de diciembre, el Real Madrid llegaba al clásico de Liga en el Bernabéu con la vitola de favorito por la extraordinaria temporada que está realizando y porque en la pasada Supercopa había dado la cara ante el Barcelona. Sin embargo, a pesar de que Benzema adelantó a los blancos antes de que hubiera pasado un minuto de juego, el cuadro azulgrana acabó remontando y ganando por 1-3 en Chamartín. Fue un duro golpe para el madridismo, y Cristiano se encontró en el centro de las críticas debido a que estuvo algo ausente durante el choque. La afición y gran parte de la prensa consideró que el luso no había estado a la altura, y se llegó a cuestionar su liderazgo en este Real Madrid y a culparle de la derrota.

Aún así, Cristiano no quiso entrar en esa guerra y fue a base de trabajo como comenzó a recuperar su autoestima. Comenzó a hacerlo viajando a Ponferrada y marcando en un partido que era un 'marrón' para los más habituales, y más tarde marcando un hat trick en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla antes de irse de vacaciones de Navidad. No obstante, el comienzo de 2012 no fue todo lo bueno que se esperaba y los pitos comenzaron a escucharse en ciertos sectores de la grada del Bernabéu en el partido de Copa frente al Málaga. Ante el Granada siguió sonando el 'run-run', y pareció haber divorcio entre la afición y el astro portugués cuando éste no celebró el último tanto de la goleada merengue a los andaluces.

Pero las críticas no hicieron más que despertar a la bestia. En Mallorca, el delantero se puso el mono de trabajo y colaboró con mucho sudor en una enorme remontada que mantuvo la ventaja blanca en cinco puntos antes de recibir en Copa al FC Barcelona en una nueva reválida. En esta ocasión, Cristiano fue el mejor del equipo e incluso logró adelantar al Madrid ante los culés. Sin embargo, el planteamiento de Mou se vino abajo con el empate de Puyol y el Barça se llevó ventaja para la vuelta. Una ventaja que aumentó en el Camp Nou antes del descanso, pero que no significó la rendición de Cristiano.

Como el auténtico crack que es se echó el equipo a la espalda, no se arrugó en ningún momento a pesar del continuo goteo de patadas de Dani Alves, y dio fe al madridismo acortando distancias a pase de Özil. Benzema marcaría después y dejaría a tiro una remontada que no pudo concretarse por causas ajenas al Madrid. En cualquier caso, Cristiano demostró que es cierto aquello de que sólo lo critican los que no entienden de fútbol. CR7 tiene el gen ganador corriendo por sus venas, puro madridismo en la sangre. Y merece una disculpa por tantas tonterías que ha tenido que escuchar incluso de sus aficionados. Y es que, por mucho que se quiera decir que no se le da bien el Barcelona, lo cierto es que les ha hecho tres goles en cinco enfrentamientos esta temporada. Dos en Copa y uno en la Supercopa. Como se siga soltando ante los culés, que tiemblen los cimientos del Camp Nou.