La plantilla blanca barre a la culé

El Real Madrid posee la mejor plantilla de Europa y su fondo de armario lo demuestra





Línea por línea, el Real Madrid cuenta con hombres de una calidad extraordinaria, pero no sólo en su once titular. Las bajas de Di María y Khedira han significado el turno para actores que se suponían secundarios y que lo han hecho tan bien que han comenzado a sembrar dudas en el entrenador sobre quiénes son los teóricos titulares y quiénes los teóricos suplentes. El amplísimo fondo de armario del equipo merengue deja claro que en lo que a plantilla se refiere no hay rival posible. Mourinho ha sabido utilizar a cada pieza de su puzzle en el momento idóneo, evidenciando que cualquiera de los jugadores puede dar la talla en cualquier momento.

No ocurre lo mismo en Can Barça, donde las lesiones han mermado claramente el ataque culé. La lesión de Villa en el Mundialito fue el comienzo de las penurias de Guardiola, agravadas por las continuas lesiones de Pedro, Alexis y la ausencia de Afellay desde el inicio de la temporada. El entrenador del Barcelona sólo dispone actualmente de 14 jugadores del primer equipo, y aún así hay quien se vanagloria de la gran plantilla que poseen los azulgrana. No obstante, es un mito totalmente falso, al igual que lo es el mito de la cantera. ¿Dónde está esa gran cantera ahora que se la necesita? ¿Puede un canterano sacar las castañas del fuego a un equipo que se supone en la cima del fútbol europeo?

Evidentemente, no. La flor que Guardiola ha tenido en el culo con la cantera hasta ahora parece haber acabado. Y aunque de vez en cuando sigue debutando con el primer equipo algún futbolista del Barcelona B ninguno puede estar a la altura de las circunstancias y suplir a futbolistas veteranos y de primer nivel. En esta tesitura se encuentra el Barcelona, cansado y sin ideas. Los rivales ya conocen la manera de jugar de los azulgrana y cada vez son mayores las dificultades para sacar adelante los encuentros. Mientras, el Madrid conjuga diferentes métodos con dependencia de la necesidad del momento, adaptándose a cada rival y cada circunstancia, cambiando de color como un camaleón. Queda claro así quién tiene la mejor plantilla y el mejor entrenador, y poco a poco comienzan a verse los resultados.