Esta es la Liga de Cristiano

El delantero portugués anotó tres goles ante el Levante para poner el título un poquito más cerca del Santiago Bernabéu.





Comenzar el partido que puede suponer el inicio del cambio de ciclo en la Liga española con un homenaje a un clásico en títulos como Roberto Carlos puede ser una premonición. Sólo el destino lo sabrá, pero el brasileño paseó su palmarés y su sonrisa por el campo blanco justo el día en el que el Real Madrid se puso 10 puntos por encima del Barcelona en el campeonato. Siendo cautos habría que decir que esto todavía es muy largo, pero con el metro en la mano, esta distancia empieza a ser más que respetable para ver a los de Mourinho más cerca que nunca del título.

Para no romper las costumbres de los últimos tiempos, el Madrid comenzó perdiendo. Y para hacerlo más cotidiano todavía, el gol se lo hicieron de cabeza. Un balón peinado sin querer por Sergio Ramos tras el saque de una falta encontró la afortunada cabeza de Cabral que pasaba por allí. Si decimos que metió la cabeza por vergüenza, seguramente atinaríamos. El caso es que volvía a tocar remontar. Un poquito de emoción para la parroquia nunca viene mal.

Emoción sí, sufrimiento menos. El Madrid no acusó demasiado el golpe. Aun estaba frío, casi tanto como la climatología. Por eso, empezó a trabajarse al Levante metiéndole en el área de Munúa a base de empuje. Ahí aparecieron los pases largos de Xabi, los cortos de Özil y los desmarques de Benzema. Algunos mejores, otros menos afortunados. Eso sí, el portero visitante tuvo que sacarse el carnet de pluriempleado. Cristiano Ronaldo le probó en un remate de falta, Higuaín en una pelota forzada y Özil en varios saques de falta. Todo bien solucionado por el portero. Sin embargo, en el ambiente se atisbaba que el Levante no llegaría al descanso con ventaja. Así fue.

En un día tan gélido decir que una pelota caía con nieve no era una frase de cara a la galería, más bien casi literal. Frío fue como se quedó Iborra que, con una amarilla, se pasó de repente al voleibol. Tocó, mejor dicho, embolsó el balón con la mano. Penalti más que claro. Tan claro como que Cristiano Ronaldo no iba a perdonar el lanzamiento desde los once metros. Interior del pie derecho y a la escuadra izquierda de Munúa. La cosa se normalizaba, 1-1.


Ficha técnica

Real Madrid 4: Casillas, Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrao, Granero (Khedira 75’), Xabi Alonso, Özil (Kaká 80’), Cristiano, Benzema e Higuaín (Callejón 66’)

Levante 2:
Munúa; Javi Venta, Ballesteros, Cabral, Del Horno, Farinós, Iborra, El Zhar (Pallardó 46’), Valdo (Botelho 75’), Óscar Serrano; y Koné

Goles: 0-1 Cabral (5’), 1-1 Cristiano (p.44’), 2-1 Cristiano (51’), 3-1 Cristiano (57’), 3-2 Kone (63’), 4-2 Benzema (65’)

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Serrano, Ramos, Pepe. Expulsó a Iborra (43’)

Estadio: 70.000 espectadores.

Como estábamos en un partido de tradiciones tampoco había afear la que dice que el Madrid marca goles desde el vestuario. Es una especialidad marca de la casa. El detalle lo tuvo Higuaín volcándose a una banda y poniendo un centro que llevaba como destinatario la cabeza de Cristiano. El portugués se relamía sólo con ver cómo le llegaba el balón. Una mirada que lo decía todo, que era gol. Para dentro fue el balón. Ahora sí, la ventaja del Madrid ya era de 10 puntos sobre el Barcelona.

Hubo un conato de cantarle a Cristiano por su doblete. Hubo sonido, aunque en formato light. Lo bueno vendría después.
Lo que pasó fue que Cristiano Ronaldo sacó el bazoca, el misil o el lanzallamas. Cualquier simil puede ser válido para adjetivar el lanzamiento del portugués sobre la portería del Levante. En el momento en el que se produjo el impacto todo el mundo vio que ese balón se encontraría con la red de forma inexcusable. Un señor gol. Y ahora sí, el Bernabéu se rindió en su totalidad a CR7 a base de gritos a su favor. Cómo ha cambiado el percal en poco tiempo. Eso sí, el Levante volvió a hacer diana en un acercamiento aislado y apretó la cosa más de lo que decía el juego (3-2).

No fue un gol que hiciera demasiado daño al madridismo. Más que nada porque no hubo mucho tiempo al lamento. Dos minutos de intervalo hasta que Benzema dibujó otra parábola espectacular con dirección red. Estético y efectivo a la vez, a la par que anestesiante para el Levante y para el partido. Era la sentencia. Como sentenciada empiezan a ver algunos la pelea por el campeonato. 10 puntos de renta para este Madrid que va a piñón pijo parecen suficientes para poder asegurar que los blancos tendrán, al menos un paseo por Cibeles este curso. E igual necesitan otro para celebrar una nueva Bota de Oro para Cristiano. Otro que va camino de récord.