González González no dejó contento a nadie

El colegiado acertó al expulsar a Cisma, pero debió echar a Álvaro





El madridismo tenía razones para sospechar de su actuación después de que González González fuera el colegiado que no expulsara a Pinto por su mano en Mestalla en el reciente partido de Copa del Rey entre el Valencia y el Barcelona. Sin embargo, el árbitro cerró este sábado una actuación intrascendente que no por ello va a dejar de ser polémica. La expulsión de Cisma en el minuto 38 va a ser seguramente una de las acciones más repetidas durante la próxima semana, pero lo cierto es que en este caso no se le puede achacar nada.

Antes, en el minuto 25, el lateral racinguista había visto la primera amarilla por cortar con una clarísima mano un contrataque del Real Madrid. Una acción indiscutible que se convirtió en la gran lacra del jugador, expulsado 13 minutos después por ver la segunda amarilla tras cometer otra mano. Esta vez, el jugador cortó ligeramente con la mano un centro de Cristiano Ronaldo, de manera que el colegiado aplicó el reglamento y acertó al mandarle a la caseta.

La inferioridad numérica desesperó a los visitantes y al filo del descanso Álvaro González le dió un plantillazo a Cristiano Ronaldo que en otras condiciones hubiera supuesto su expulsión. Sin embargo, González González fue benévolo con el jugador y solo le mostró amarilla. A continuación el Racing protestó un supuesto fuera de juego en el tanto de Benzema, aunque la acción fue muy dudosa y era complicada de ver.

En la segunda parte, Christian cortó con la mano un balón dentro del área, pero esta vez el colegiado prefirió no mojarse y no señaló la clara pena máxima. Con ello volvía a perjudicar a los blancos, aunque el 2-0 del marcador hizo que el Bernabéu no reclamara demasiado la acción. Posteriormente, en el minuto 68 Kaká vio la amarilla por una falta en el centro del campo. Fue una acción previa a un posible penalti sobre Cristiano Ronaldo por agarrón en el área cuando se disponía a controlar el esférico de espaldas a portería.


Para acabar el partido, González González le mostró la amarilla a Carvalho por una entrada en el centro del campo sobre Luque. Era el epílogo a una actuación polémica que no gustó a ninguno de los dos equipos, pero que se puede decir que no influyó en los tres merecidos puntos que cosechó el Madrid en el partido.