Al menos, eso es lo que dice Xavi, que cree que a los suyos no les importaría tener que hacer el pasillo al Madrid. Evidentemente, huele a hipocresía por todos los sitios: "Hace unos años hicimos el pasillo en el Bernabéu y no se nos caen los anillos. Cuando nos ganan sabemos perder, como hizo el equipo de baloncesto ante el Madrid. Es cosa de las derrotas, de deportividad, y así corresponde". Chulería y prepotencia hasta en la derrota. Sí señor.
No podemos hacer otra cosa que reírnos de este comentario del de Terrassa, uno de los futbolistas más picados cuando el Barcelona se pega un tropezón. No hay más que recordar su cara en el pasillo del año 2008 al Madrid o, para hablar de algo más cercano, ver la carrerita que se pegó en Pamplona para protestar al linier. Todo deportividad, vamos. Por suerte, existe la hemeroteca para demostrar que lo del pasillo no es algo que haga mucha gracia en Barcelona.
Cuando los culés tuvieron que hacerlo en el Bernabéu, sin ir más lejos, trataron de quitarle un poco de hierro saliendo al campo con una camiseta de apoyo a Gabriel Milito, lesionado de larga duración, encima de la azulgrana. Así el homenaje al campeón habría quedado empañado. Sin embargo, y por una vez, Laporta obligó a los suyos a no seguir haciendo el ridículo como durante toda esa temporada. En cualquier caso, la intención es lo que cuenta. A Xavi se le caen los anillos, y mucho, por hacerle el pasillo al Madrid. A buen seguro el madridismo pagaría por ver la cara del catalán si tuviera que volver a hacerlo.
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