Este martes el Real Madrid jugaba su encuentro número diez en Rusia y hasta el momento el balance no era nada alentador. Únicamente dos victorias y tres empates eran el escaso botín merengue de sus visitas a esta nación, mientras que había sucumbido en cinco ocasiones en estos duelos. Y es que los más de 3.000 kilómetros de viaje, el frío clima y las malas condiciones de los terrenos de juego han sido en muchas ocasiones una rémora muy difícil de superar para el club blanco.
Factores que este martes también iban a estar presentes en el encuentro ante el CSKA y que el Real Madrid ha sabido superar con gran profesionalidad. Los cerca de -5º ni el césped sintético del Luzhniki han sido suficientes para evitar que la escuadra merengue sumase un empate positivo en Rusia. De hecho, tres de los últimos buenos resultados han sido de manera consecutiva, pues las últimas victorias correspondían a las más recientes visitas del club a este país. En la campaña 2008/09 el equipo había vencido al Zenit por 1-2, mientras que el que se dio en la temporada 2002/03 ante el Lokomotiv fue un 0-1. Se demuestra, por tanto, que el Madrid le ha cogido la medida a estos rivales después de décadas y décadas de tropiezos sorprendentes.
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