Kuipers, un arbitraje al gusto de Platini

El colegiado holandés estuvo demasiado permisivo





Su actuación en Moscú no se puede catalogar de buena, pues en la primera parte se mostró demasiado permisivo ante el juego brusco que planteó el CSKA desde la práctica salida del túnel de vestuarios. El holandés incluso le perdonó dos amarillas al centrocampista local Wernbloom, una en el minuto 4 por una fea falta sobre Cristiano Ronaldo y otra en el minuto 19 por golpear a Higuaín en un salto en el que luchaban por el esférico. El sueco era, con diferencia, el jugador más agresivo de un extra-motivado equipo ruso.

Además, Kuipers también le perdonó la amarilla a Musa por una zancadilla a Pepe a los 7 minutos de juego. Antes, en el 6, el colegiado tampoco le mostró la amonestación a Coentrao por una falta en la que el portugués había llegado tarde. Posteriormente, en la segunda parte le enseñó la tarjeta a Xabi Alonso por una entrada a Musa nada más reanudarse el partido. Sorprendente decisión teniendo en cuenta todo lo que le había permitido a los rusos en la primera parte. Aunque cinco minutos después, el holandés haría caso omiso de una petición de Pepe de mano de un jugador ruso en la frontal del área moscovita.

En el minuto 66, por fin, Wernbloom vio la amarilla por un agarrón en el centro del campo a Özil cuando el alemán se iba en contragolpe. Posteriormente le perdonaría una amarilla clara a Oliseh por zancadilla sobre Coentrao, lo que provocó las protestas de Ramos, de manera que el colegiado sí amonestó al sevillano por sus quejas, en un claro ejemplo de su doble rasero a la hora de juzgar y valorar a unos y otros. Una actitud de Kuipers que le acabó costando muy cara al Madrid, pues el jugador sueco fue precisamente el que empató el encuentro en el descuento tras no señalar una falta sobre Cristiano Ronaldo muy protestada por los visitantes. Si hubiera expulsado antes a Wernbloom como se merecía, otro gallo hubiera cantado...